Prepping for Extremely Hot Temperatures
Every year, our desert southwest region can always count on a summer scorcher filled with too many triple-digit weather days. What we have also come to expect is that each year we find summer weather reaching new extremes. Over the last eight years, it has become EPE’s practice to complete what is called a “summer blitz” where maintenance crews identify areas within our infrastructure that need to be updated, repaired, or completely replaced to help ensure safe, reliable service for the summer peak season. This annual tradition is a much-needed proactive measure; however, our crews are constantly at the ready in those moments when unplanned power outages occur.
Unplanned power outages can occur for a variety of reasons, such as motor vehicle accidents that bring down electric poles, or mylar balloons coming in contact with power lines and causing damage or flying debris. The number one cause of unplanned outages is weather – and in this case, extreme heat. In 2021, our region experienced 20 days at or above 100-degrees F. This is in addition to the 120 days at or above 90-degrees F. When extreme heat happens over a set of consecutive days, the overnight temperatures are also elevated giving little relief to electric infrastructure to cool off for the next day’s extreme heat. This creates added stress to the electric infrastructure exposing vulnerabilities in the system and, in some cases, causing power outages.
So EPE crews must always be ready. Operations made adjustments to have additional crews patrolling the system throughout our service region, maintaining infrastructure, and ready to respond to outages as quickly and safely as possible. When those unplanned power outages do occur, EPE will either find a way to reroute power so customers are reconnected to their electricity while repairs are being made, or allocate resources to restore power in the least amount of time possible.
Unplanned power outages are as inevitable as the summer heat each year. In that same regard for inevitability, EPE will work to keep all customers connected to their electricity and makes it a top priority to minimize the impact of an outage and restore power in the least amount of time possible.
Preparación para temperaturas extremadamente altas
Cada año, nuestra región desértica del suroeste siempre puede contar con un verano abrasador lleno de días de clima de tres dígitos. Lo que también hemos llegado a esperar es que cada año encontramos que el clima de verano alcanza nuevos extremos. En los últimos ocho años, se ha convertido práctica de EPE completar lo que se llama un “bombardeo de verano” donde los equipos de mantenimiento identifican áreas dentro de nuestra infraestructura que necesitan ser actualizadas, reparadas o reemplazadas por completo para ayudar a garantizar un servicio seguro y confiable para el verano. Esta tradición anual es una medida proactiva muy necesaria; sin embargo, nuestras cuadrillas están constantemente listas en esos momentos cuando ocurren cortes de energía no planificados.
Los cortes de energía no planificados pueden ocurrir por una variedad de razones, como accidentes automovilísticos que derriban postes eléctricos o globos de mylar que entran en contacto con líneas eléctricas y causan daños o escombros voladores. La causa número uno de las interrupciones no planificadas es el clima y, en este caso, el calor extremo. En el 2021, nuestra región experimentó 20 días de 100 °F o más. Esto se suma a los 120 días a 90 °F o más. Cuando el calor extremo ocurre durante un conjunto de días consecutivos, las temperaturas nocturnas también se elevan dando poco alivio a la infraestructura eléctrica para refrescarse para el calor extremo del día siguiente. Esto crea un estrés adicional en la infraestructura eléctrica, exponiendo vulnerabilidades en el sistema y, en algunos casos, provocando cortes de energía.
Por eso, las cuadrillas de EPE deben estar siempre listas. Operaciones hizo ajustes para tener equipos adicionales patrullando el sistema en toda nuestra región de servicio, manteniendo la infraestructura y listos para responder a las interrupciones de la manera más rápida y segura posible. Cuando ocurran esos cortes de energía no planificados, EPE encontrará una manera de desviar la energía para que los clientes se vuelvan a conectar a su electricidad mientras se realizan las reparaciones, o asignará recursos para restaurar la energía lo más rápido posible.
Los cortes de energía no planificados son tan inevitables como el calor del verano cada año. En ese mismo sentido de inevitabilidad, EPE trabajará para mantener a todos los clientes conectados a su electricidad y hace que sea una prioridad máxima minimizar el impacto de un apagón y restaurar la energía lo más rápido posible.